Meinen Lieben

Marjan, Chary, Peter, Javi, Cori, Diego, Marijose, Susana, Christine, César, Manolo, Ayo, Petra, Caro, Jan, Inés, Loly, Jo, Cristina, Clara, Andrés, Dirk, Martina, Mamá, Aya, María, Irene, Gerar, Sonia, Carlos, Víctor, Nuria, Bärbel, Thorsten.

Gracias por acordaros de mí desde Wuppertal, Selgas, un tren nocturno Stuttgart-Ljubljana, Tamón, Guntramsdorf, Valladolid, Uentrop, California, Gijón, Helgoland, Poreño, Hamburgo, Madrid, Salamanca, Piedras Blancas, Bad Homburg.

Gracias por hacerme un huequecito cálido en vuestros corazones.

Gracias por recordarme lo afortunada que soy.

Trauriges Zitat von Charlot

Mi corbata, mis guantes,
mis guantes, mi corbata.
La mariposa ignora la muerte de los sastres,
la derrota del mar por los escaparates.
Mi edad, señores, 900.000 años.
¡Oh!
Era yo un niño cuando los peces no andaban,
cuando los ocas no decían misa
ni el caracol embestía al gato.
Juguemos al ratón y al gato, señorita.
Lo más triste, caballero, un reloj:
las 11, las 12, la 1, las 2.
A las tres en punto morirá un transeúnte.
Tú, luna, no te asustes,
tú, luna, de los taxis retrasados,
luna de hollín de los bomberos.
La ciudad está ardiendo en el cielo,
un traje igual al mío se hastía por el campo.
Mi edad, de pronto, 25 años.
Es que nieva, que nieva
y mi cuerpo se vuelve choza de madera.
Yo te invito al descanso, viento.
Muy tarde es ya para cenar estrellas.
Pero podemos bailar, árbol perdido.
Un bals para los lobos,
para el sueño de la gallina sin las uñas del zorro.
Se me ha extraviado el bastón.
Es muy triste pensarlo solo por el mundo.
¡Mi bastón!
Mi sombrero, mis puños,
mis guantes, mis zapatos.
El hueso que más me duele, amor mío, es el reloj:
las 11, las 12, la 1, las 2.
Las 3 en punto.
En la farmacia se evapora un cadáver desnudo.

Rafael Alberti

Beethoven und das unbeschreibliche Bedürfnis

De pronto te ataca a traición una canción cargada de recuerdos. Ni siquiera tienes que cerrar los ojos, ya estás en otro tiempo y en otro lugar, ves lo que veías, otra casa y otro paisaje, otra luz y otra oscuridad. Y ves tus pies, los de entonces, moviéndose con soltura en el remolino de música, mientras que tus pies, los de ahora, se empeñan en quedarse clavados a la alfombra a pesar de los tacones y el vestido, y aunque todo esto sea tan distinto y todo aquello esté tan lejano, aunque sabes que ya nada duele, es la peor de las sorpresas sentir tu estómago encogerse al ritmo del Quinto de Beethoven de Charlie Palmieri.

Caballeros del mundo, necesito un baile como otros necesitan un polvo; compadézcanse de esta pobre chica y concédanme el honor.

Ofrezco placer orgánico inmediato y sonrisa infinita.

Me dan ganas de bailar hasta la mañana
-que yo lo que quiero es salsa-
Salsa por aquí, salsa por allá
-que yo lo que quiero es salsa-
Que me den, que me den, que me den mi salsa

Jose Alberto "el canario"

Sterneaugen

No os acerquéis a mí con bocas
abiertas y dedos
grasientos y orejas
goteantes y risas
cavernosas.

Hoy llevo tacones para pisar lenguas bífidas.
Hoy me he pintado los labios de hielo.
Hoy me he puesto las garras de porcelana.

Hoy he cosido estrellas a mis ojos y vislumbro las sombras reptantes.

Hoy ríen las flores horarias y soy invencible.