weihnachtskorb

hoy ha sido dia de entrega de cesta de navidad, esta tradicion tan española, tan castiza, tan entrañable. no que yo sea detractora de la cesta ni muchísimo menos, con lo que me gusta a mí la sorpresa de la caja de colorines o dibujos de angelotes rechonchos y etéreos, esperando ilusionada que haya algo comestible escondido ahí dentro. pero es que este año, a pesar de nueva empresa y la promesa de una ´diversity basket´ -honroso gesto donde los haya, qué es eso de celebrar la navidad cuando podemos tener empleados a animistas, judíos, budistas, musulmanes, alemanistas, politeistas, omnivegetistas, sadomasoquistas, ateos, fervientes seguidores de la religión jedi y un largo etcétera de confesiones- ha aparecido un lustroso jamón como botín principal, eso sí, convenientemente enfundado en camisa de gala. por si la carnicería no hubiera sido suficiente, lo acompañan en el sarcófago de cartón un reluciente chorizo y paté de pato. como diría el abuelo miguel meneando la cabeza, tsé-tsé chacho... en fin, que una tristeza de cerdito el que tengo cadáver sobre la mesa de la cocina, por mucho que papá y mamá se hayan echado un baile para celebrarlo.

y digo yo, ¿por qué no se organizará un concurso de ideas para renovar la cesta de navidad? se me ocurre, así a bote pronto, que no estaría nada mal una selección de frutas tropicales, frutos secos, pasta alimenticia artesanal, cereales exóticos para la masa carnívora y conservas de verduras.

me ha encantado la contestación de la compañera que controlaba el reparto de cestas al comentarle (jocosamente, eso sí, que aquí una siempre sigue política de no-victimismo y no-agresión) que hacía entrega de cerdo muerto a una musulmana y a una vegetariana: desde su punto de vista, debemos estar agradecidas por tener una cesta y no quedarnos sin ella, como los temporales contratados a través de ett. odio la mierda esa de ´no te quejes, que podrías estar peor´. uno, no me quejo de manera oficial porque sé con qué ganado hablo. dos, no-cesta-de-navidad, no significa estar peor. agradezco el detalle de la empresa; y éste no es precisamente el jamón, sino una caja vacía con un paraguas.

por cierto que no he abierto aún el paraguas. pero mola. el gesto, digo. si es que la peña se lo flipa.

vollmond

esta mañana me sorprendió la luna más inmensa que recuerdo sobre los edificios a la salida de la ciudad, y me acompañó gigante, como un globo color hueso, brillante y redondo, en mi camino al trabajo. hay días en que sí que parece que ha merecido la pena levantarse.

The vegan challenge

when veggies fight back , un vídeo bastante divertido sobre dos carnívoros que se apuntan a pasar dos semanas comiendo vegano. fantástica la colección de leches veganas de uno de ellos, todas ellas disgusting, this fake milk :o)

muy recomendable